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Empecemos definiendo qué es la planificación estratégica
Toda empresa que se precie tiene su misión y visión bien claras y por escrito en su web corporativa.
- La misión es a lo que se dedica: ¿Para qué existe? ¿Qué produce y aporta?
Por ejemplo, la misión de Nestlé: “Inspirados por los avances científicos de nuestro fundador […] trabajamos conjuntamente con nuestros colaboradores para mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable, para personas y familias, para nuestras comunidades y para el planeta.”
- La visión es a lo que espera llegar en un futuro: ¿Qué quiero lograr? ¿Cuál es mi objetivo futuro?
Por ejemplo, la visión de Nestlé: “Como empresa líder mundial en alimentación, los esfuerzos de la compañía se orientan a estar siempre a la vanguardia de la industria de alimentos.
A partir de esa premisa, el objetivo es cumplir con las exigencias de una sociedad que avanza hacia una vida más saludable, creando valor a largo plazo para nuestros accionistas, colaboradores, consumidores y las sociedades donde operamos.”
Ahora que conocemos la misión y la visión podremos definir la planificación estratégica que básicamente es el proceso de poner en marcha los planes necesarios para lograr los objetivos futuros de la empresa. Es el camino que nos lleva desde la misión hacia la visión.
¿Qué importancia tiene la planificación estratégica para las empresas?
- Las empresas podrán valerse de ella para encontrar sus puntos fuertes y poder establecer una hoja de ruta la cual seguir para conseguir los objetivos empresariales. Además de aprovechar las oportunidades encontradas para crecer. Para ello nos valemos de la matriz DAFO o FODA que nos ayudará a determinar cuáles son nuestras debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
- Nos servirá para darle sentido a nuestro plan de negocios, una estrategia para que la empresa salga adelante y no se quede todo en papel mojado. Nos dará una visión global de nuestro entorno competitivo y de la viabilidad del mismo.
- Si se realiza correctamente, nos puede llevar a la visión. Pero si no planificamos, iríamos sin rumbo en un entorno competitivo donde es necesario adaptarse y difícilmente nuestra empresa podrá prosperar.
- Podremos evaluar qué puntos débiles y amenazas tenemos (usando la matriz DAFO) y potenciarlos o prevenirlas. Sin una buena planificación de nuestra estrategia, nuestro negocio estará a merced de los riesgos de no minimizar los factores que pueden poner en jaque la supervivencia del mismo.
- Aumenta la motivación y compromiso de los colaboradores con el proyecto que estamos llevando a cabo porque tiene visión de futuro. Si nuestros colaboradores tienen certeza de que la estrategia está bien sustentada y es sólida, tendrán más implicación en su desarrollo.
- Nos permite realizar un control de los avances en la estrategia llevada a cabo y corregir las desviaciones que se produzcan, al contrario que si no tenemos una planificación. ¡Quien no tiene un itinerario no puede controlar bien su ruta!