La elección de un buen socio siempre es algo complejo. La partida de un socio puede serlo aún más. En situaciones donde un accionista minoritario enfrenta desacuerdos significativos con otros socios en una empresa, puede resultar beneficioso considerar una salida. Es común que los socios mayoritarios adquieran la participación del minoritario en estos casos. No obstante, más allá de calcular el valor de las acciones, es crucial abordar cualquier asunto pendiente y recíproco de manera adecuada. Algunos ejemplos clave a considerar son:
- Deudas y Créditos: Si la empresa tiene deudas pendientes con el socio que se retira, se debe establecer un acuerdo de reconocimiento de deuda en el contrato de transferencia. Esto asegura que la deuda se liquide junto con el precio de la participación. Si es al revés, se establecerá que la deuda pendiente se compense con el precio.
- Avales: Si los socios han otorgado avales para garantizar préstamos de la empresa, el socio que se retira sigue siendo responsable de la deuda hasta que se liquide. Se recomienda obtener garantías de los demás socios para el reembolso antes de retirarse. Esto podría implicar que los otros socios otorguen avales adicionales a su favor.
- Pagos Aplazados: En casos donde se considere el fraccionamiento del pago, es vital definir claramente las consecuencias en caso de impago de una de las cuotas. Esto podría incluir la terminación del acuerdo o la retención de la parte del precio ya pagada.
Para mitigar estos riesgos, se pueden condicionar los contratos de venta. Esto se puede hacer mediante una condición suspensiva, que retrasa la efectividad de la operación hasta que ocurra un evento específico, como la liberación de avales. Mientras tanto, el vendedor conserva sus derechos de socio. Otra opción es una condición resolutoria, que cierra el acuerdo desde el principio pero lo revoca si no se cumple cierta condición, como el pago de deudas pendientes.
En cualquier caso, es fundamental buscar asesoramiento legal y financiero para garantizar que la salida de la sociedad se realice de manera eficiente y proteja los intereses de todas las partes involucradas. La planificación adecuada puede ayudar a minimizar riesgos y conflictos en una transición empresarial.