Una forma de cancelar tus deudas: Ley de Segunda Oportunidad

Toda persona que se haya adentrado o conozca de cerca el mundo empresarial es consciente de los riesgos que acarrea emprender un nuevo negocio, sobre todo si se trata de uno que requiera de una alta inversión inicial. Además, muchas veces no sólo basta con realizar esta inversión inicial para la apertura del negocio, sino que a lo largo de la vida de este, lo normal es contraer deudas con terceros que esperamos pagar con los ingresos que vayamos obteniendo con la marcha del negocio.

No obstante, a veces los negocios no funcionan como esperábamos y, en lugar de obtener la rentabilidad prevista, nos encontramos ante una situación de ingresos menores a los esperados, y que no resultan suficientes para sufragar los gastos. En estos casos los autónomos pueden endeudarse cada vez más, ya sea con Hacienda o con terceros.

Por esto, desde el 2015 se contempla en España un mecanismo legal para ayudar a los autónomos que se hayan endeudado hasta tal punto que no sean capaces de pagar a sus acreedores a corto ni a largo plazo, es decir, que se declaren en quiebra económica. Esto se hace para darles otra oportunidad de emprender y realizar otras actividades económicas, eximiendo a estos de la pesada losa que supone una deuda impagable.

¿Quién puede acogerse a la ley de la segunda oportunidad?

Los requisitos para solicitar la Ley de Segunda Oportunidad se basan principalmente en la buena fe del empresario.

Para que este mecanismo sea aplicable, y que los autónomos que se encuentren en una situación de endeudamiento puedan librarse de la deuda, tienen que cumplir los siguientes requisitos:

  • La deuda no puede ser superior a cinco millones de euros.
  • Haber actuado de buena fe. Es decir, que se demuestre que el susodicho haya intentado dar cumplimiento a sus obligaciones financieras, que su endeudamiento no haya sido negligente o voluntario, y que no haya tratado de ocultar sus bienes.
  • No haber obtenido beneficio de exoneración de deudas por vía judicial en los diez años anteriores ni haber rechazado una oferta de empleo que le permitiera mejorar su situación de solvencia.
  • No haber sido condenado por delitos de tipo socioeconómico, patrimonial o de falsedad documental en los últimos diez años.
  • Haber intentado pagar las deudas mediante acuerdos extrajudiciales de pagos y haber hecho frente a los pagos de notario y abogado, hipotecas, deudas con la Seguridad Social y con la Agencia Tributaria.

¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad? El proceso

Este proceso no requiere de la celebración de un juicio normalmente, sino que se trata de un trámite totalmente administrativo. El proceso consta de las siguientes fases:

  • Acudir a una fase extrajudicial. Para iniciar esta fase debemos acudir al registro mercantil y contactar allí con un mediador concursal, que será quien comunique a nuestros acreedores la situación financiera de quiebra económica. Además, en esta fase se intentará llegar a un acuerdo con los acreedores para saldar la deuda con estos o parte de ella.
  • Si el plan de pago no ha sido aceptado por los acreedores debemos acudir al juzgado. Así, si hemos demostrado y probado los requisitos anteriormente mencionados, en esta fase podremos solicitar la cancelación de la deuda.
  • Una vez se celebre el juicio, el juez dictará una resolución por la que acuerde el perdón de las deudas del autónomo al comprobar que cumplen los requisitos.

¿Cuánto cuesta acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

Si te preguntas cuál es el coste de acogerse a la ley de Segunda Oportunidad, debes saber que no existe un precio fijo establecido, sino que depende de muchos factores que determinarán el coste total de la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad. El coste de acogerse a esta ley depende a su vez de las dos fases anteriormente descritas de las que consta este procedimiento judicial.

Además, tanto la fase extrajudicial como la judicial conllevan unos costes, como por ejemplo el coste de los honorarios del abogado que hayamos contratado y que debemos tener en cuenta. Por último, además de estos gastos provenientes de las fases del proceso judicial, debemos tener en cuenta otros factores que también serán determinantes en el coste de la aplicación de esta ley, como son:

  • Minuta de los profesionales: por el pago de los gastos de abogados y procuradores, así como de notarios y registradores en determinadas situaciones, que harán aumentar el coste.
  • Importe de la deuda: por la cuantía total de la deuda que finalmente tengamos que pagar, que surgirá lógicamente de la sentencia del juez o acuerdos pactados.

Consecuencias de la Ley de Segunda Oportunidad

En caso de que el juez haya dictaminado una resolución favorable a la exoneración de las deudas del autónomo, este quedará libre del pago de las deudas privadas, no obstante, no ocurre lo mismo con las deudas públicas que tuviera, las cuales deberá hacer frente en los cinco años siguientes a la celebración del juicio o según el plan de pagos acordado.

Otra situación a tener en cuenta es si el concursado estuviera casado en régimen de gananciales, ya que en este caso se extiende la responsabilidad del pago de las deudas a su cónyuge, puesto que al compartir parte de su patrimonio también tiene facultad para adquirir la responsabilidad de esas deudas.

Por último, los acreedores afectados pueden solicitar la revocación del beneficio de la segunda oportunidad en caso de que en los siguientes cinco años de la celebración del juicio, se constate por parte del concursado la obtención de rentas, bienes o derechos que haya ocultado, o la herencia, donación o legado que haya podido recibir durante este período de tiempo, de forma que pudiera hacer frente al pago de las deudas y no lo hiciera.