Darse de alta como autónomo o trabajador por cuenta propia puede parecer a simple vista la forma más sencilla y económica de poner en marcha un negocio. Sin embargo, según los expertos, todavía se siguen cometiendo algunos errores que pueden complicar el futuro de nuestro negocio o, lo que es peor, que nos lleven a pérdidas de tiempo, una errónea tributación o no optar a ciertas ayudas, todo ello provocado por equivocaciones al darnos de alta. Según las bases de datos de las asesorías, son cinco los errores que más cometen los autónomos y vamos a ver cómo prevenirlos.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de poner en marcha un negocio es la obligación de estar dado de alta como autónomo en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), así como de quedar registrados en el censo de empresarios de la Agencia Tributaria. No obstante, en función de cómo se hayan realizado dichos pasos, el trabajador puede incurrir en fallos que pueden comprometer el futuro de su actividad empresarial.
- El alta no tiene carácter retroactivo
Antes de poder iniciar cualquier actividad, el autónomo debe tener muy claro que ha de estar dado de alta como autónomo pues, de lo contrario, podría no optar a las bonificaciones vigentes, tales como, la tarifa plana. Esto suele ocurrir, cuando al darte de alta se indica que la actividad había comenzado en meses anteriores. Es muy importante poner atención en este paso pues, de hacerlo bien, estaríamos hablando de un importante ahorro para el profesional.
Según los asesores, lo correcto sería realizar la tramitación, del alta en Hacienda -como empresario-, y el alta en la Seguridad Social -como trabajador del Régimen Especial de Trabajador Autónomo-, al menos un día antes del inicio de la actividad.
Será también en este momento cuando se deberá solicitar el acceso a las bonificaciones o descuentos a los que los trabajadores por cuenta propia tienen derecho, como es el caso de la Seguridad Social, que ofrece una tarifa plana para los nuevos autónomos. En caso de no hacerlo, el alta se tramitará sin aplicar ninguna bonificación.
- Darse de alta en el epígrafe correcto
A la hora de darse de alta, se debe indicar cuál va a ser el tipo de actividad que vamos a llevar a cabo. Seleccionaremos los epígrafes del IAE y el CNAE que correspondan con nuestra actividad, para así evitar futuras sorpresas y poder aplicar correctamente el IVA, entre otras cosas.
- Error: No indicar que se trabaja desde casa
En el caso de que el trabajo se realice desde casa, se deberá indicar a través de los modelos 036 o 037, los metros cuadrados de los que dispone la vivienda donde se llevará a cabo la actividad. De esta forma, se podrá deducir un porcentaje de los gastos derivados de la luz, agua y gas.
- Elegir bien la mutua
Se aconseja elegir una buena mutua, pues es obligatorio a la hora de darse de alta, y hacerlo de una manera consciente. Factores tales como la cercanía o las prestaciones, entrarían en juego y deberían ser estimadas por un profesional. Es bastante común que el profesional, al ser cuestionado, de una rápida respuesta a cuestiones que posteriormente serán vitales, como en el caso de sufrir algún accidente laboral o contraer alguna enfermedad derivada del trabajo.
- ¿Se tendrá clientes externos?
Otro aspecto crucial en el que concuerdan las asesorías es el hecho de si el profesional va a trabajar o no con clientes de fuera del territorio nacional, pues, el hecho de que el trabajador por cuenta propia esté dado de alta como autónomo, no le habilita de forma automática para facturar a clientes europeos. Para poder llevar a cabo este proceso, el profesional deberá estar inscrito en el ROI (Registro de Operadores Intracomunitarios), lo que hará más fácil su entrada en este sistema más específico de IVA. De acuerdo con este procedimiento, el autónomo no tendrá que incluir dicho impuesto en sus operaciones, pues quedará exento.